Expuestos tus hándicap como entrenador mío, por otro lado, a tu favor siempre estarán los recursos que me enseñes, el físico que gane, lo grande que me hagas en “esto” del basket, pero siempre estaré por debajo y tu también, de las ENORRRMES expectativas, que mi padre puso en mi, “tal cual” losa marmórea fría y granítica.
Ahí estamos, mi carta de presentación pudiera ser mas extensa, pero sintetizando y esto es:…. ¡¡ un aviso¡¡, entrenador como no te portes bien conmigo , mi padre ¡¡ te parte la cara¡¡.
PD, post data, por cierto….soy hijo único y no estoy acostumbrado a compartir ¡¡NADA¡¡.