El propietario de los Bulls, Jerry Reinsdorf, una vez me dijo que pensaba que mucha gente se motiva por una de dos fuerzas: temor o codicia. Esto puede ser verdad, pero yo además pienso que la gente esta motivada por el amor. Sea que ellos estén decididos a admitirlo o no, que lo que más lleva al jugador de basket, no es el dinero o la adulación, sino su amor por el juego. Ellos viven por aquellos momentos en que pueden olvidarse de ellos mismos completamente en la acción y experimentan la pura diversión de la competencia.
Una de las principales tareas de un entrenador es redespertar ese espíritu tanto que los jugadores puedan combinar todos fácilmente. Esto es a menudo una dificultosa pelea. La cultura de juego individual del basketball, y la sociedad en general, se opone a practicar esta generosa acción, incluso para los miembros de un equipo cuyo éxito como individualidades es directamente igual a la grandeza del grupo. Nuestra sociedad otorga tan altos premios a los logros individuales, lo que facilita que los jugadores se vuelvan ciegos por sus egoísmos y pierdan el sentido de interrelacionarse, lo esencial en el trabajo de equipo.
Frase del Post: Un dedo no puede levantar un guijarro. - HOPI SAYING